El rodeo, la crianza del caballo chileno, el folklore y la artesanía, escriben sus historias en forma separada, pero todas con un mismo fin, preservar las tradiciones. Siempre cuando se juntan generan un gran interés del público por participar de sus actividades
El rodeo es generador de trabajo para las tejedoras a telar, que con sus mantas y ponchos multicolores engalanan las medialunas de Chile, de los fabricantes de hermosas chupallas que los huasos lucen cada fin de semana, de los folkloristas que con sus hermosas voces, brindan tonadas y canciones los rodeos, pero hay artesanos que pasan desapercibidos a simple vista, porque sus trabajos no acaparan la atención de todos, pero si de quienes las usan, los fabricantes de espuelas.
En Chile hay una tradición arraigada en los huasos, por la calidad y hermosura de los productos que este artesano hace, las espuelas, y al hablar de ellas es inevitable referirse a Mario Santana Berrocal (62), quien por varias décadas está dedicado a su fabricación.
Hombre sencillo, de pocas palabras, y oriundo de Chillán, radicados hace muchos años en Santiago, sigue entregando sus productos con las mismas ganas y calidad de su inicio en algo que a él le agrada mucho.
Cuando se le consulta por sus inicios, indica:
´´Me inicié desde muy niño en esto, fue por herencia familiar, mi abuelo y mi padre se dedicaban a esto, mis orígenes son de Chillán, después me radiqué en Santiago, llevo más de treinta años presente con un stand en Rancagua´´.
También expresa lo que siente el ser de Chillán:
´´Para mí es un orgullo, dedicarme a esto más todavía, porque es un camino que me dejaron pavimentado mi abuelo y mi papá, desde muy niño me inicié en esto, al lado de ellos, desde los cinco años de edad´´.
Su mayor preocupación es actualizarse en cuanto a las espuelas:
´´Siempre me estoy actualizando, especialmente lo hago con los huasos, por lo que ellos van requiriendo en el momento, yo hago la espuela corralera, es mi fuerte´´.
En su familia son pocos los dedicados a lo mismo:
´´Sólo dos primos siguieron la huella en esto, como toda actividad ligada a las tradiciones, tiene que gustarle mucho a uno para hacerlo por largo tiempo, muchas veces toda la vida,
Pero a veces uno es egoísta para enseñar, a pesar que pocos se interesan, por lo mismo soy reacio a enseñar cuando no tienen mayor interés, soy como los maestros antiguos, porque para dedicarse a esto hay que hacerlo con cariño, para poder entregar algo de calidad´´.
En su familia no habrá quien siga sus pasos:
´´Lamentablemente no tendré descendientes en esto de las espuelas, tengo hijas mujeres, pero tengo un nieto, a lo mejor por ahí puede ser que siga la tradición Santana, el que no estudiaba a las espuelas se iba´´.
Un artesano más, nacido en Chillán, que entrega tradición y cultura a través de sus trabajos.
