Cuando la temporada de rodeos entra en receso, y el Invierno está en su pleno apogeo, es importante preocuparse de los caballos que tuvieron una intensa competencia, es importante conocer la impresión de los profesionales veterinarios.
Uno de ellos fue el doctor José Luis Pinochet, también jurado oficial de la Federación de Criadores, quien señaló lo siguiente: “Normalmente, los caballos que estaban en training se dejan en reposo durante el invierno, ojala sin herraduras. Ojala que tengan acceso a potreros, pero sin no están en praderas o potreros, al menos que de la pesebrera salgan a hacer algún ejercicio suave; eso es muy saludable. Soltarlos en un corral o corralón, o hacerlos caminar un rato es siempre saludable. No deben quedar completamente parados por uno, dos, tres meses en una pesebrera; eso es nefasto”.
Añadió que hay que desparasitarlos bien, con un buen producto.
“Siempre hay que ir alternando los principios activos de los productos, porque a veces tienen diferente nombre, pero son la misma cosa. Entonces, hay que cambiar de producto en el fondo, de principio activo. Normalmente, en este período los caballos se cuidan bien, se alimentan bien y terminado el invierno, comienzan de nuevo los entrenamientos muy de a poquito”.
“Básicamente, eso es lo que hay que hacer en el invierno. Ahora, en el caso de yeguas paridas, o potrillos que se están criando, ya destetados o de más edad, lo importante es la alimentación. Además de eso, que ojala tengan algún abrigo natural, un bosque, un lugar donde puedan protegerse del viento principalmente. La lluvia en sí no le hace mayor daño al caballo chileno; la lluvia ni las heladas. Lo que sí les hace mal es cuando hay mucho viento. O sea, animales que estén expuestos a lluvia y viento se pelan, sufren mucho y se adelgazan. Nuestros caballos son bastante rústicos y pueden resistir perfectamente; estoy hablando de la Zona Central y hasta Bío-Bío, donde es absolutamente normal que puedan estar todo el invierno fuera, sin ninguna cobija, sin estar estabulados nunca. Basta con que haya algunos árboles o reparos donde puedan protegerse del viento y la lluvia directa”, sostuvo.
Precisó que tanto mejor que eso es tener un cobertizo donde los caballos puedan refugiarse realmente de la lluvia, “pero no es cien por ciento necesario”, afirmó.
EVITAR EL ATAQUE DEL VIENTO
Por su parte, el doctor Hernán Ramírez, fundador y director ejecutivo de Bioteq, recomendó: “En general, es importante considerar que tanto el caballo como el vacuno son animales de climas fríos. Mucha gente piensa erradamente que hay que abrigarlos mucho y tener cuidado con los fríos y las lluvias. De hecho, la temperatura ideal para los equinos es de, ojala, entre 10 y 15 grados. Lo que sí molesta mucho a los caballos y también a los vacunos es el viento; dejan de comer incluso”.
“Va a depender de los medios que tenga cada criador el cuidado general de sus animales durante el invierno. Lo que sí recomiendo es mejorar el nivel de energía a través de la ración alimenticia. Obviamente que por producir calor, el cuerpo gasta mucho más energía y uno no puede pretender mantener el mismo nivel de alimentación que en pleno verano. Eso debería mejorar bastante. Talvez disminuir el consumo de agua, y en eso me refiero en que no deberían preocuparse si los caballos están tomando menos agua: eso es normal”, especificó.
Volviendo al tema del frío, dijo que si son caballos que se están manejando a pradera y no en instalaciones como pesebreras o corrales techados; “dependiendo de las edad, si los caballos están pasados de los 18 años, 20 años, se pueden soltar con capa o se pueden guardar en potreros un poco más resguardados del viento. Buscar arboledas; ese tipo de cosas.. Y respecto de cualquier otro manejo, yo no le veo una diferencia sustancial con el resto de la temporada durante el año. Refiriéndome a antiparasitarios, vacunas o cuidados médicos, el caso es lo mismo”.
“Lo que sí, me gustaría destacar que hay muchas yeguas que se tienden a preñar muy tarde en la temporada y mucho de los destetes tienden a calzar en el invierno. Yo recomiendo a los criadores que en ese sentido dejen a los potrillos estar un tiempo más con las madres. Que los desteten más tirado a agosto o septiembre, ya que el potrillo de entre cinco y siete meses de edad, que va a sufrir este stress normal del destete, si a eso se le suma frío y cambios de temperatura, puede caer en un nivel de baja inmune importante y adquirir cualquier enfermedad”, resaltó.
CONSIDERACIONES PARA TENER EN CUENTA
A su vez, el doctor Raúl Franco, de Veterinaria Quincy S.A., también nos entregó sus recomendaciones, señalando:
“Posterior a una agitada y extensa temporada deportiva a la que han estado sometidos los caballos deportivos, se nos presenta su temporada de descanso, la que coincide con la temporada invernal y que se presenta con diversa rigurosidad climática, según la región en que se encuentran”.
Puntualizó que existe una serie de consideraciones a tomar antes y durante el descanso y que van a ser medidas prioritarias para lograr un adecuado desempeño deportivo en la próxima temporada de rodeos.
“Las consideraciones que se deben tener en cuenta en este período son las siguientes:
1.- En los caballos que han o presentan lesiones agudas o crónicas, es le momento de evaluarlas y/o tratarlas en forma adecuada y someterlos a un reposo de acuerdo a la lesión existente.
2.- Deben realizarse los tratamientos antiparasitarios pertinentes.
3.- Vacunaciones contra influenza equina y adenitis equina.
4.- Alimentación calórica todo el período invernal, ya que caballos con déficit alimenticios no cubren bien sus necesidades metabólicas con los fríos de esta época y por consiguiente hay una pérdida en su condición general.
5.- Mantener el caballo bien despalmado y/o herrado, ya que al quebrarse la pezuña por mal cuidado, ésta no logra crecer adecuadamente para ser herrado previo al inicio de la temporada de trabajo.
6.- En los caballos mantenidos estabulados en pesebrera, se debe tener especial cuidado con la ventilación de ésta, como el estado de la cama que utiliza. Camas húmedas, con bostas y orina producen una gran cantidad de amoniaco y que asociado a mala ventilación de las pesebreras, producen irritación de las vías respiratorias altas, siendo esto un factor preponderante o bien determinante de cuadros respiratorios, que pueden afectar el rendimiento deportivo en la próxima temporada de rodeo”, detalló.
