Es el rodeo un deporte que está lleno de historias lindas, de esas que solo sus actores las escriben, sin guiones ni libretos, y en este caso es algo paradojal, la ha escrito un joven y sacrificado jinete que es profesional de las comunicaciones, Y que no sabe que título poner al macizo logro obtenido en la monumental de Rancagua, Campeón Nacional de Rodeo, nos referimos a Alfredo Díaz, quien en compañía del notable jinete Pablo Aninat, obtuvieron el cetro máximo del 71° Campeonato Nacional de Rodeo, representando al Criadero El Peñasco de Santa Sylvia, montando a Peumo Marcado y Doña Inés.
Desde su niñez, gran parte de su vida ha transcurrido entre caballos y medialunas, pero lo más importante siempre al lado de su padre Leopoldo Díaz, quien junto a su unida y cariñosa familia, ha vivido de todo en su vida en torno a los caballos, lo que ha le servido mucho a Alfredo para acrisolarse en lo que tanto le gusta, merced a todas las duras vivencias que ha tenido a sus cortos 27 años de edad.
Sus primeros pasos en las medialunas fueron de portero, también fue petisero, fue un alumno muy eficiente de Rufino Hernández, y en las comunicaciones ha sido fotógrafo, relator de rodeos y redactor de noticias de rodeo, un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, pero lo más destacado de él, muy humilde.
Cuando le consultamos como titularía el éxito logrado, expresa:
´´No sé, la verdad es que a pesar de ser comunicador cuesta encontrar las palabras, mis sueños nunca fueron ser Campeón de Chile, era correr la final, el año pasado llegué acá y me dí cuenta de la realidad de lo que es llegar aquí, uno valora mucho a estos grandes personajes, y este año se me presentó la oportunidad de correr en el Criadero de Don Marcos Villalón, con un gran jinete como Pablo Aninat, y estaba en la duda de correr o no, porque yo trabajo para el medio de la Federación, para otro en Talca y otros medios audiovisuales, me costó mucho tomar la decisión de correr, me arriesgué, llegamos acá, y cuando clasificamos estaba pagado, no quería más´´.
Tiene palabras de agradecimientos para los más cercanos:
´´Esto es para mis padres, los que se han sacrificado mucho en su vida, nosotros somos una gente muy humilde, venimos de muy abajo, mi familia es muy sacrificada, eso es lo que quiero valorar ahora, agradecerle a mi familia, al equipo del Peñasco de Santa Sylvia, por toda su ayuda, a mis amigos, a toda la gente que ha estado rodeándonos, siempre he sido muy humilde y seguiré siéndolo, sé de dónde vengo, eso nunca se me olvidará, le envío un saludo muy grande a mi profe Rufino Hernández, porque hoy lo superé, siempre me ganaba, hoy puedo decir que el discípulo superó al maestro´´.
Respecto a cómo consiguieron el título, dice:
´´El primer toro fue muy difícil, la medialuna llena, esperar largo rato a todo sol, cuesta mucho, después se dio solo, la verdad es que poco me acuerdo de lo que hicimos, la clave de nuestro triunfo estuvo en los caballos, en su preparación, lejos, sabíamos a lo que veníamos, mi papá se encargó de prepararlos cien por ciento, nosotros con Pablo nos subimos a correr nada más, ya que por mi trabajo no me queda mucho tiempo para andar a caballo, trato de hacerme el tiempo, la clave fue prepararlos firme y que quedaran rápidos, se nos dio todo, hay que tener un poco de suerte y la tuvimos´´.
Entre su alegría y emoción tuvo palabras de agradecimientos para los comunicadores:
´´Les doy los agradecimientos a todos los medios, yo sé lo que cuesta informar, se el cansancio que genera todo esto, es una actividad muy larga, muy grande, espero que la Federación la siga cultivando, que nos ayude a difundir más el rodeo, ya que estamos al debe en eso´´
Cuando le consultan si puede ser la primera y última vez, responde:
´´Me da lo mismo, ya lo alcancé, cuesta creerlo, quiero consignar siempre mi humildad y alegría, y dedicarle este triunfo tan importante a unos amigos que ya no están´´.
La alegría del triunfo conseguido la compartió con su familia y sus padres que estaban presentes y emocionados.
