La historia del rodeo siempre es escrita por sus actores, a veces de manera anónima, en el caso de los peticeros, y otros de manera destacada, por la huella que dejan dentro y fuera de la medialuna, jinetes y arregladores de caballos corraleros son quienes están entregando su trabajo en pos de conseguir resultados deportivos.
En el caso de los jinetes, ellos ven reflejado cada fin de semana en los resultados en las medialunas, el rendimiento que les permita lograr objetivos deportivos, lo arregladores tienen un proceso más largo para ver los resultados, ya que el caballo debe pasar por diferentes procesos antes de salir a correr, el que a veces queda a medio realizar por diferentes razones, siendo la principal el que los dueños de los caballos cambian de arreglador, y estos deben buscar nuevos horizontes, pero ambas cosas están unidas por un común denominador, es muy itinerante.
El rodeo en Ñuble ha pasado por diferentes etapas, llegando a tener arregladores y jinetes muy destacados, que lo han llevado a los primeros lugares en el concierto nacional, para pasar luego a períodos de transición, pero en el contexto general de la historia del rodeo ñublensino, hay que ser coincidente que la Asociación de rodeo Chileno de Ñuble siempre ha tenido valores destacados en ambas cosas, logrando incluso ser Campeones Nacionales o estar en los Ranking de la Federación.
Allá por la década de los 90, fue Juan Mundaca, y estando en el Criadero Muticura, quien logró clasificar varias colleras a los selectivos, ganando incluso el Clasificatorio de Vallenar junto a Galo Bustos, también lo fue Richard Espinoza con compañeros diferentes.
Hoy tras 25 años de ese logro, nuevamente Ñuble tiene un arreglador y jinete que logra clasificar 3 colleras en una temporada, lo que sin duda avala el trabajo de César Ramírez Díaz, hombre oriundo de El Melón, quinta Región, casado con Judith Alvarez, 3 hijos, quien con mucha responsabilidad y sacrificio, ha podido ir logrando metas en su trabajo.
Respecto a su trabajo nos dice:
´´ Mis comienzos fueron desde abajo, comencé como peticero, ayudante, amansador, pasé por todas, fueron inicios muy bonitos, mis primeras carreras fueron en la zona de La Calera, esas son mis tierras, eso fue como a los 12 años, pero en forma firme lo hice en Osorno a los años después, teniendo 17 años comencé a dedicarme a esto, teniendo la gran suerte que siempre conté con el apoyo de mi padre, él fue quien me metió en esto, es a quien le doy las gracias por todo lo que estoy viviendo, fue la base de mis inicios´´.
También hace lindos recuerdos de quienes fueron sus profesores:
´´Yo tuve varias escuelas, siendo uno de los más importantes Don Mario Parada, quien fue como mi segundo padre, luego tuve la gran suerte de aprender mucho de Don Leonardo Guajardo, ´´Dpn Guaja´´, uno de los mejores arregladores de Chile, también estuve con Don Aliro Pérez, con René Moreno, con Don ´´Pocholo´´ Morales, hombre muy importante en lo que es el rodeo para mí, el siempre cuando puede darme un consejo, me lo da, lo que le agradezco mucho, hasta el día de hoy, siempre cuando nos encontramos me dice algo, eran personas muy reservadas con su trabajo, pero yo tuve la suerte de estar al lado de ellos y recibir sus enseñanzas, algo impagable´´.
Respecto a su trabajo, dice:
´´Como arreglador y jinete uno nunca termina de aprender, todos los días uno aprende algo como arreglador´´.
Al referirse a los caballos, expresa:
´´El caballo también le enseña a uno, es imposible decir que el trabajo del arreglador tiene un período de aprendizaje, porque siempre se está aprendiendo´´.
¿Encontrarse con sus profesores corriendo en las medialunas?
´´Es muy lindo encontrarse con ellos, a veces dentro de las medialunas, don Pocholo me ve cualquier detalle, va y me lo dice, lo que indica que me estiman mucho, porque lo hacen de corazón´´.
También cuenta lo que es el trabajo de un caballo:
´´El trabajo de los caballos tiene una base, y es la boca, ahí está todo, un caballo dócil de la boca se le puede pedir velocidad, postura, todo lo necesario para un buen desarrollo deportivo´´.
De sus hijos Benjamín y Vicente, dice::
´´Benjita ya ha corrido, conmigo y mi papá,ha demostrado condiciones, espero que siga progresando y que el día de mañana también destaque con luces propias, respecto a Vicente, no era muy amigo de correr, pero solo se ha acercado y ha ido topeando, tiene condiciones naturales´´.
Finalmente nos habla de lo que significa para él esta temporada:
´´Es algo realmente lindo lo que estoy viviendo esta temporada, la meta era clasificar dos colleras, pero se dio la cosa y logramos entrar tres a los clasificatorios, es mi mejor temporada, agradezco a Don Sergio, don Francisco, por la confianza y tranquilidad que me han brindado para realizar mi trabajo, como así también a todo el equipo que trabaja conmigo, esperamos Dios mediante estar presentes en Rancagua, instancias que he vivido dos veces, para ello ya estamos trabajando en los ´´mancos´´.
Un arreglador y jinete, que vive un gran momento, premio al esfuerzo, responsabilidad y constancia en su trabajo, en el que cuenta con pleno respaldo de su esposa y familia, llegado a Ñuble hace 13 años al Criadero El Trumao, de Pedro Cortés, y que hoy trabaja con Francisco Rossler, en el Criadero Pozo de Oro, desde donde salieron tres de los ejemplares clasificados y que son fruto de su trabajo, estando a la espera algunos ejemplares nuevos.
